Por qué el pan con mantequilla es sagrado en Francia

(Y qué dice de la cultura francesa)

Si hay una combinación sencilla pero profundamente francesa, es efectivamente el pan con mantequilla. Para muchos extranjeros es un aspecto secundario… pero en Francia, esta combinación tiene un lugar privilegiado en su corazón y en la mesa.

Comprenderlo le acercará no solamente a la gastronomía francesa, sino a su forma particular de vivir la vida.

1/ Un gesto cotidiano desde la infancia

En Francia, todos crecen con este ritual de untar una rebanada de pan fresco con mantequilla. En el desayuno, un rato antes de comer o como acompañamiento, este gesto tan sencillo forma parte de su rutina diaria.

La mantequilla no es un detalle decorativo en absoluto: constituye un símbolo de calidad, tradición y de buen sabor.

2/ La mantequilla francesa: una historia de la excelencia

La mantequilla francesa, y en especial la “beurre demi-sel”, es famosa por su textura cremosa y su sabor delicado. Algunas de las mejores mantequillas del mundo son producidas por regiones como Bretaña y Normandía. Un buen pan, una buena mantequilla son suficientes para que los franceses logren un instante de puro placer.

3/ Una frase interesante que te hará destacar en una mesa francesa

Si en alguna ocasión se invitan a una cena en Francia, puede escuchar algo como:

“Tu veux un peu de beurre ?” – “¿Quiere un poco de mantequilla?”
Su respuesta más elegante será:
“Oui, volontiers.” – “Sí, con gusto.”

Son estas pequeñas frases las que le integrarán en el hilo de una conversación en francés.

4/ Un ritual nada complicado que revela el “art de vivre à la française”

Por eso hay filosofía detrás de un gesto muy simple: saber apreciar lo cotidiano, lo auténtico y lo bien hecho. Aprender francés es aprender también esta manera de ver elegante el mundo.

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